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Tienes que ser sordo para comprenderlo
- 8 septiembre, 2015
- Posted by: admin
- Category: Cultura Sorda
¿Qué se asemeja a «escuchar» una mano?
Tienes que ser Sordo para comprenderlo.
¿Qué se parece a ser un niño pequeño
en una escuela, en un salón lleno de sonidos –
con una maestra que habla, y habla y habla
y que luego, cuando se aproxima a ti,
espera que sepas todo cuanto ha sido?
Tienes que ser Sordo para comprenderlo.
¿O al maestro que piensa que para ser inteligente
debes primero aprender a hablar con tu voz?
Y así, obsesivamente, con manos agitándose frente a tu cara
te vapulean por horas y horas sin paciencia ni final,
hasta que de tu boca salga algún sonido como el que esperan.
Tienes que ser Sordo para comprenderlo.
¿Qué se parece a estar lleno de curiosidad,
a tener una enorme sed de saber que llamas tuya,
con un deseo interno que arde como llama
y preguntarle a tu hermano, a tu hermana o a tu amigo
para que te respondan diciendo tan solo: «ah, nada importante»?
Tienes que ser Sordo para comprenderlo.
¿Qué se parece a estar castigado,
la cara apretada contra una esquina,
aunque no hayas hecho en realidad nada malo,
nada distinto a levantar tus manos
para tratar de comunicarle a un silencioso compañero
un pensamiento que llegará a tu mente una sola y única vez?
Tienes que ser Sordo para comprenderlo.
¿Qué se parece a que te griten
pensando que de ese modo te ayudarán a escuchar alguna cosa?
¿O a malinterpretar las palabras de un amigo
que procura explicarte el sentido de algo gracioso
y sólo logra que te sientas burlado?
Tienes que ser Sordo para comprenderlo.
¿Qué se parece a provocar la risa en torno a ti
cuando tratas de repetir lo que se ha dicho,
sólo para estar seguro de que habías comprendido?
¿Y a cuando te das cuenta de no haberlo hecho,
y quieres gritar «por favor, ayúdame, amigo»?
Tienes que ser Sordo para comprenderlo.
¿Qué se parece a depender
de cualquiera que pueda oír
para llamar a un amigo,
o para telefonear en nombre tuyo a una oficina,
y verte obligado a revelar ante cualquiera cosas personales,
y descubrir que tampoco eso bastó
para que tu mensaje alcanzara su destino?
Tienes que ser Sordo para comprenderlo.
¿Qué se parece ser Sordo y estar solo
en la compañía de quienes pueden oír,
y saber que a lo sumo puedes tratar de adivinar
lo que ocurre a tu alrededor,
y no hay una mano amiga junto a ti
que te asista en la imposible tarea de aprender las voces y los sonidos?
Tienes que ser Sordo para comprenderlo.
¿Qué se parece a encontrarte en el camino de la vida
con extraños que abren su boca
y dejan salir de ella una línea apresurada
y no puedes ni entender las miradas que te lanzan
porque todo es nuevo y tú no sabes lo que ocurre?
Tienes que ser Sordo para comprenderlo.
¿Qué es semejante a comprender
unos dedos hábiles qeu describen una escena
que tú entiendes, y te hacen sonreír y estar sereno
con la «palabra hablada» de esa mano qeu se mueve
y te lleva, de alguna manera, a ser parte de este mundo?
Tienes que ser Sordo para comprenderlo.
¿Qué se asemeja a «escuchar» una mano?
Sí, tienes que ser Sordo para comprenderlo.
Traducido del inglés por Alejandro Oviedo,
Berlín, enero de 2007
Nota:
Willard J. Madsen es Sordo. Además de poeta, es lingüista y profesor jubilado de la Universidad Gallaudet. Puedes encontrar el poema original en inglés (escrito en 1971) y más información acerca del Profesor Madsen en la dirección:
Traducción de Alejandro Oviedo para http://www.cultura-sorda.eu en enero de 2007.